La rotación periódica de los neumáticos es esencial para mantener su salud y prolongar su vida útil. El acto de rotar los neumáticos produce un intercambio de posiciones entre los ejes del vehículo, ayudando así a una distribución más uniforme del desgaste. Esto ofrece una serie de ventajas:
1. Mayor vida útil: Los neumáticos con un desgaste más uniforme suelen tener una vida útil más larga. Como resultado, no será necesario cambiarlos con tanta frecuencia, lo que supone un ahorro de dinero.
2. Mayor tracción y agarre: Los neumáticos pierden parte de su capacidad para agarrarse a la superficie y ofrecer tracción cuando se desgastan de forma desigual. Rotarlos periódicamente garantiza un desgaste más uniforme, lo que mejora la tracción y el agarre del coche.
3. Mejor manejo y estabilidad: El manejo y la estabilidad de un vehículo pueden verse afectados por el desgaste irregular de los neumáticos. Rotar los neumáticos con regularidad favorece un desgaste uniforme, lo que mejora la estabilidad y la suavidad de conducción.
4. Ahorro de costos: La longevidad de los neumáticos reduce la necesidad de sustituirlos periódicamente. A largo plazo, esto supone un gran ahorro económico.
¿Con qué frecuencia se deben rotar los neumáticos?
Se recomienda rotar los neumáticos cada 10,000 kilómetros o cada seis meses, lo que ocurra primero. No obstante, hay que tener en cuenta las recomendaciones del fabricante, ya que pueden variar en función de diversas variables, como el tipo de neumático y el entorno de conducción.
Es fundamental recordar que la rotación de los neumáticos es sólo uno de los muchos pasos que hay que dar para mantenerlos en óptimas condiciones. Además de la rotación rutinaria de los neumáticos, es necesario realizar un mantenimiento regular. Por ejemplo, controlar la presión de los neumáticos, mantener una alineación adecuada, evitar la conducción agresiva y examinar rutinariamente la profundidad y el desgaste de la banda de rodadura.